domingo, 4 de octubre de 2015

Humanismo

El Humanismo

El humanismo, en general, es un comportamiento o una actitud que exalta al género humano. Bajo esta concepción, el arte, la cultura, el deporte y las actividades humanas generales, se vuelven trascendentes. Dicha trascendencia podía conseguirse a través de la exaltación y la experimentación de las propias facultades.



                                                    Principales Representantes



Leonardo Bruni


Fue uno de los primeros en utilizar la palabra Humanismo para definir la cultura  renacentista.
Tradujo a Platón y Aristóteles. En su obra "Cicero Novis" expone un ideal humano, culto y refinado.


Erasmo de Rotterdam


Fue el espíritu más representativo del Humanismo cristiano, propuso un regreso a las fuentes del cristianismo, preocupándose por la relación personal del hombre con Dios. Realizó una cuidada y valorable traducción del Nuevo Testamento.
En Elogio de la locura y Adagios señala los valores negativos de la sociedad del momento: oscurantismo, avaricia, tendencia a la guerra, intolerancia, etc.


Juan Luis Vives

Entre sus numerosas obras encontramos el Tratado del Alma. Fue considerado un precursor de la psicología moderna








Postulados y Enseñanzas



El Movimiento Humanista hoy es un gran movimiento social que expresa en acciones el pensamiento del Nuevo Humanismo. 



Las propuestas Humanistas se centran en algunos puntos básicos: 



• El ser humano como valor central. 

• La afirmación de la igualdad de oportunidades para todos. 
• El reconocimiento de la diversidad personal y cultural. 
• La afirmación de la libertad de ideas y creencias. 
• El rechazo a todo tipo de violencia y discriminación. 


Estas propuestas configuran un estilo de vida y un modo de relación del más alto valor moral, que puede expresarse en esta frase: ¡trata a los demás como quieres que te traten! 



La participación en las áreas de lo cultural, lo social y lo político con la mayor energía y tenacidad de que seamos capaces, va más allá de ser una recomendación de nuestro movimiento para convertirse en una necesidad de esta época crítica que estamos viviendo. 



El argumento de que todo está en manos de un sistema infinitamente poderoso y violento, que el éxito pertenece a los corruptos y los incapaces, en lugar de ser motivo de aceptación para nuestra condición de seres humillados y sometidos, debe convertirse en un estímulo fundamental para cambiar el estado de las cosas. 

Lo único que puede cambiar el estado de las cosas, en cualquier lugar donde uno viva, es la unión de la gente en torno a un proyecto común. 

No sirve de nada esperar pasivamente algo que nos saque del “agujero”, la única posibilidad será sacar fuerzas desde muy adentro y sumarse a otros en un proyecto, ya que la misma dinámica de poner en marcha una cosa social de envergadura, nos va a sacar también de nuestra situación personal. 

La propuesta Humanista rescata también la dimensión existencial, afirmando el derecho de cada ser humano de preguntarse por el sentido de su vida. En la filosofía humanista, el ser humano aparece abierto al mundo, viviendo entre contradicciones impuestas y con la posibilidad de elegir su vida, de elegir su intimidad y de elegir su ideal social, su lucha, o su inacción. Es decir, elegir la dirección que quiere imprimir a su vida. Por eso el tema mas importante es saber si se quiere vivir y en que condiciones hacerlo. 

La participación en el Movimiento está abierta a cualquier persona, ya que cuando alguien coincide con las propuestas Humanistas puede ser parte activa de la organización y expansión de este Movimiento.


El hombre, en general para el humanismo, es pluridimensional: animal y humano. Pertence a la soberania de la naturaleza, en la cual a medida que evolucionaba no se sintió muy cómodo y esto lo impulsó a crear una soberania alternativa, la transnaturaleza, la cual en nuestro tiempo ha entrado en contradicción con la dimensión natural. El hombre es el conjutno de razón y no razón, de razón y pulsión, de entendimiento y sentimiento. Así, lo humano no es un carácter conquistado por el hombre de una vez por todas, sino la dimensión transnatural que entra a configurara al animal cultural. Lo humano comienza a construirse a partir del lenguaje.

El Humanismo instaura una actitud que, sin cuestionar, en general, lo religioso, impone el reconocimiento de los derechos terrenales de los humanos; como consecuencia de esta nueva mentalidad, los humanistas hablan de la dignidad del hombre, independizan la filosofía de la teología y desean que la razón actúe en zonas antes reservadas a la fe revelada.



Conclusión

El humanismo, en el sentido amplio, significa valorar al ser humano y la condición humana. En este sentido, está relacionado con la generosidad, la compasión y la preocupación por la valoración de los atributos y las relaciones humanas.
La filosofía humanista ofrecía nuevas formas de pensar y reflexionar acerca de las artes, las ciencias y la política, lo cual revolucionó el ámbito cultural y supuso un periodo de transición entre la Edad Media y la Modernidad.







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